martes, 19 de noviembre de 2013


ADRIANA MACÍAS UN EJEMPLO A SEGUIR



Adriana Macías es una mujer completa. No le falta nada, mucho menos brazos. En ella hay dulzura, energía, entusiasmo, encanto, ganas de luchar, sentido del humor, coquetería, belleza.
Hay también inteligencia, fortaleza, amor, y un deseo inmenso de enseñarnos a vivir la vida sin meter las manos, a vivir la vida metiendo el corazón.
Adriana Macías es una abogada mexicana que nació hace 30 años, en un modesto hogar. Su espera dio pie a la alegría y a la ilusión; sin embargo, aquél día de abril, el nacimiento de esta niña fue motivo de tristeza y preocupación para sus padres: Adriana nació sin brazos. Los médicos no encontraron explicación alguna a su discapacidad, y tampoco había una cultura de ésta para saber cómo tratar a una persona especial.
Estudió la primaria, secundaria y “prepa” en escuelas regulares. Esto le sirvió para tener una vida normal y poder involucrarse con otros niños. Afirma que tuvo una niñez maravillosa, igual que la de cualquier niño. “Fue una época de aprendizaje, de compartir, porque en esta etapa no se te examina, ni se te critica”, asume quien hasta estos días aún no usa las escaleras eléctricas.
Esta discapacidad nunca fue obstáculo para que Adriana se superara y destacara en lo que emprende. “Para triunfar en la vida no existen obstáculos, la actitud positiva es la herramienta esencial para el logro de proyectos individuales y colectivos”, cree convencida.
“Abrazar el éxito sin meter las manos”
Adriana Macías cuenta con una Licenciatura en Derecho con postgrado en Administración de Recursos Humanos. Ahora, a ocho años de haber dado su primera charla motivacional, se ha convertido en una de las mejores cotizadas expertas internacionales de disertaciones sobre superación.
Es autora del libro “Abrazar el éxito sin meter las manos”, y en él cuenta su vida vista desde distintos ángulos, con un lenguaje espontáneo y juvenil. Cada episodio está lleno de valor y valores.
“Mi libro está escrito de manera sencilla, para que lo lea cualquier persona que quiera cambiar su vida, quiera ser feliz y quiera abrir su corazón a la vida. En él le hablo a todo el mundo con mi lenguaje: El del corazón”, confiesa.
Como se lee en la contraportada de esta obra: “Más que con las manos, está escrita con la inteligencia inquieta, la voluntad inquebrantable y el corazón generoso de una mujer que escribe con los pies”.


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